Perdí amistades al ganar voces,
las que quedaron -más fuertes que nunca-
no supieron que abrazar.
Me escondo en rincones oscuros
y recuerdos amargos,
para no afrontar la realidad.
A cada beso que he dado
he perdido un pedazo de mi.
Me acuerdo de haber sido,
y de haberme perdido
por ignorar mis espejos.
Cuantos males he creado por un cuarto de alegría.
Cuantas cicatrices por crecer a destiempo.
Cuantas raíces atrancadas, pegadas, hundidas,
clavadas, pinchadas y arrancadas
en mi negro y rancio almíbar,
por intentar sentir un poco más.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada